Armas Antiguas
A través del manejo de la espada, el alumno también puede desarrollar física, marcial e intelectualmente aspectos que se enraízan en conceptos de una profunda reflexión filosófica, que comprende el arte marcial.
A través del manejo de la espada, el alumno también puede desarrollar física, marcial e intelectualmente aspectos que se enraízan en conceptos de una profunda reflexión filosófica, que comprende el arte marcial.
A través del manejo de la espada, el alumno también puede desarrollar física, marcial e intelectualmente aspectos que se enraízan en conceptos de una profunda reflexión filosófica, que comprende el arte marcial.
Se trabaja, básicamente, sobre los estados de cambio de la espada, y puede ser tanto interno como externo. En lo que se refiere a estimular los sentidos o la preparación del uso de la espada, concerniente a la velocidad y reacción, a la aplicación de formas de combate, a la visión bilateral de los movimientos, y a calistenia de la espada. Algunos aspectos metafísicos del arma son la ampliación del campo bioenergético, su utilización como bastón de mando, amuleto, agudización de los sentidos. La adecuada preparación física junto con la disposición mental, amplían la condición necesaria para atravesar situaciones dificultosas y exigentes.
Se desarrollan técnicas de lucha y combate, utilizando en forma progresiva una variedad de armas. Se comienza con sable de caña, de madera, luego el de metal. También se aprende el manejo de machetes, espada china jian, sables, cuchillos. El uso real del sable implica fluir con el arma, con su inercia y tener la sensibilidad de aprovechar el momento de fuerza de cada técnica.
El sable tiene el espíritu del Dragón.
Actualmente reside en Barcelona donde da clases para personas de todas las edades.
¡Soy Jesús Espelta y desde bien niño me he quedado fascinado por las artes marciales, como un tipo podía derrotar a varios sujetos con movimientos espectaculares y sin casi despeinarse!
Tras los primeros entrenamientos me percaté de que tenía una visión distorsionada de las artes marciales debido a la fantasía de las películas de Hollywood y China, no obstante, este choque con la realidad, hizo que practicara con mayor ímpetu, estilos, donde el combate fuera la base.
De niño empecé a entrenar taekwondo, pero no fue hasta que cumplí los 18 años que me tomé los entrenamientos en serio, practicando Wu Shu y Kickboxing. Al cumplir los 21, conocí el Gracie Jiu-Jitsu y mi práctica se volvió una obsesión. Con el Jiu-Jitsu descubrí el Vale-Tudo, el precursor de las MMA tal como las conocemos hoy. Los combates me parecían una salvajada, pero a la vez eran el escaparate ideal para ver lo que realmente era útil en un enfrentamiento sin armas, era lo más cercano a la realidad.
Durante mi periplo marcial me integré al primer equipo de MMA de Barcelona y quise experimentar lo que era participar en combates de MMA, llegando a realizar 8 combates profesionales.
Nunca me han interesado los cinturones y los danes, considero que como decía Bruce Lee, su función real es la de sujetar el pantalón, a mí me interesa más el conocimiento real y tener la mente como la de un principiante eterno.
Mi bagaje marcial incluye más de 25 años de práctica continua donde he entrenado numerosas disciplinas como el Jiu-Jitsu, el boxeo, el kickboxing, el Muay Thai, la lucha olímpica, …
Amo las artes marciales desde siempre y considero que las MMA permiten sintetizar las técnicas más eficientes, dentro de un entorno competitivo seguro para el atleta.